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PREGUNTA ¿Por qué la Virgen y San José no pusieron el nombre de Enmanuel a Jesucristo conforme estaba escrito en las profecías, según el Nuevo Testamento? ¿A qué se refería Jesucristo al decirle a Pedro que lo llevarían a lugares adonde él no quisiera ir?RESPUESTA Casi ochocientos años antes, al profetizar el nacimiento del Salvador, Isaías exclama: “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y su nombre será Enmanuel” (7, 14). San Mateo, al narrar el nacimiento de Jesús recuerda esta profecía: “Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:Mirad que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa Dios-con-nosotros” (1, 22-23). Pero,tanto San Mateo cuanto San Lucas resaltan que el propio Dios, a través del ángel, señaló que el Divino Infante debía llamarse Jesús. Así,en la Anunciación, el ángel dijo a la Santísima Virgen: “Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús” (Lc 1, 31). Al aparecer en sueños a San José, a fin de esclarecerlo sobre la maternidad divina de María Santísima, el espíritu celeste explica: “Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. (Mt 1, 21). En hebraico Jesús (Yeoshua) significa Salvador, Yavé salva, Yavé es ayuda. Aunque ese nombre haya sido utilizado por muchos judíos antes que Jesús, solo se aplica con propiedad al Divino Redentor “y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el infierno. Y toda lengua proclame que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”, conforme lo dice tan bellamente San Pablo, en la Epístola a los Filipenses (2, 10-11). Enmanuel es un nombre simbólico que indica la naturaleza y la misión del Redentor. No su nombre personal. Tanto Enmanuel como Jesús tienen, por lo tanto, el mismo significado profundo: el Hijo de la Virgen María será el propio Dios encarnado, Salvador y Redentor del género humano. ¡Será el “Dios con nosotros”, o sea el “Enmanuel”! Debemos tributar sumo amor al nombre de Jesús e invocarlo continuamente en nuestras necesidades, como lo acostumbran los santos. El Divino Salvador prevé la muerte de San Pedro Con relación a la advertencia hecha por Nuestro Señor Jesucristo a San Pedro, “cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras” (Jn 21, 18), el sentido lo expresa el propio evangelista, que comenta: “Esto lo dijo [Jesús] aludiendo a la muerte con que [San Pedro] iba a dar gloria a Dios” (Jn 21, 19). De hecho, según la Tradición, San Pedro tuvo las manos amarradas
como Cristo y fue conducido a la crucifixión. Por humildad, y probablemente recordando su triple negación, pidió y obtuvo ser crucificado cabeza abajo, para marcar su abismal inferioridad y
diferencia con relación al Divino Salvador.
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