Palabras del Director Nº 180 - Diciembre de 2016 – Año XV

Estimados amigos:

Ya tan próximos al centenario de las apariciones de la Santísima Virgen en Fátima, podríamos imaginar cómo fue en la pequeña localidad de Aljustrel aquella Navidad que la precedió.

Los tres pastorcitos —Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto— habían sido privilegiados por el cielo, durante 1916, con tres apariciones del Ángel de Portugal. Digna preparación para los acontecimientos del año siguiente. Pero nada hacía prever, ni una palabra, ni una insinuación, ni un gesto del ángel, que la propia Madre de Dios se les manifestaría grandiosamente entre los meses de mayo y octubre de 1917.

Portugal era en aquel entonces una nación macizamente católica; cuadro al que no le faltaban sombras. Una revolución de corte marxista había depuesto y asesinado a la familia real portuguesa e instaurado la república. Desde la cima del poder se promocionaba abiertamente el ateísmo y la negación de todos los principios de la civilización cristiana. Pero el pueblo fiel era ajeno a aquellos cabildeos.

Así como en Lisboa, en Fátima todos se preparaban para celebrar la fecha magna de la cristiandad: la Navidad, en que Dios hecho niño nace del seno purísimo de María.

¡Quién podría imaginar, en ese momento, el gran obsequio que el Niño Jesús preparaba para los tres pastorcitos y por medio de ellos al mundo entero!

Preparémonos nosotros también, en este sombrío final de 2016, para recibir las magníficas gracias que el Niño Dios nos tiene preparadas con motivo del centenario de las apariciones de su Madre Santísima en Fátima.

Deseándoles a nuestros lectores y a sus queridas  familias una santa Navidad, me despido.

En Jesús y María,

El Director

El cupolone de la basílica de San Pedro En los que no están unidos a Cristo hay latente algo de diabólico
En los que no están unidos a Cristo hay latente algo de diabólico
El cupolone de la basílica de San Pedro



Tesoros de la Fe N°180 diciembre 2016


Navidad En el “crepúsculo” del Sol de Justicia
Nº 180 - Diciembre de 2016 – Año XV En los que no están unidos a Cristo hay latente algo de diabólico La adoración de los pastores En el “crepúsculo” del Sol de Justicia La Madonna dei Fiori Jesús en el huerto de Getsemaní San Ambrosio ¿Cuántos destinos eternos existen? El cupolone de la basílica de San Pedro



 Artículos relacionados
Todos los Santos La Santa Iglesia instituyó esta fiesta, en la cual se conmemoran a todos los santos juntos, incluso a los que no han sido canonizados, para que podamos invocarlos y pedir su auxilio en las asperezas de esta vida...

Leer artículo

¿Puede la Iglesia Católica aceptar a sacerdotes casados? En una reunión, el diácono de nuestra parroquia dijo que dentro de pocos años la Iglesia aceptará sacerdotes casados. Confieso que quedé muy confundido y quisiera conocer su calificada opinión...

Leer artículo

Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión El ciclo anual de las fiestas litúrgicas nos trae, este 27 de noviembre, la conmemoración de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa...

Leer artículo

María debe ser hoy glorificada María debe ser glorificada siglo tras siglo, pero más especialmente en estos últimos siglos, por la protección visible y sensible que ella concederá a su Iglesia...

Leer artículo

Las manifestaciones públicas en honor al Santísimo Sacramento La primera objeción al dinero gastado en estas grandes manifestaciones fue la misma que presentó Judas cuando María Magdalena derramó un bálsamo precioso sobre los pies del Señor: “¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?”...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino