Estimados amigos: En este número les ofrecemos una entrevista transcendental. Nuestro entrevistado, Antonio Augusto Borelli Machado, no necesita mayor presentación entre nosotros. Su obra maestra “Fátima: ¿Mensaje de Tragedia o de Esperanza?”, editada en más de 20 lenguas, ha alcanzado la espectacular cifra de más de cinco millones de ejemplares. Solo en el Perú se han publicado cinco ediciones que superan los 30,000 ejemplares. La ocasión no puede ser más propicia. Nos estamos preparando para conmemorar el centenario de las apariciones de la Santísima Virgen en Fátima a los tres pastorcitos. Eximio conocedor del tema, al que ha dedicado gran parte de su vida, aborda a lo largo de este interesante coloquio aspectos extremamente delicados relacionados con el Mensaje de Fátima. Particularmente, a respecto de hechos transcurridos en las cinco últimas décadas. Una vez que la hermana Lucía, en 1944, al dirigir el sobre lacrado con el tercer secreto al obispo de Leiria, escribió en su parte exterior que este podría ser abierto solamente después de 1960, ¿por qué el tercer secreto de Fátima tardó 40 años más en ser divulgado? ¿Qué circunstancias influyeron en tal decisión? ¿Una aproximación al mundo moderno y a los regímenes comunistas? La respuesta a estas y a otras interesantes interrogantes, son brindadas por Antonio Borelli con la sólida argumentación que lo caracteriza y que usted lector podrá también valorar. Parte de un pormenorizado análisis de la propia respuesta dada a la cuestión por el entonces cardenal Joseph Ratzinger (más tarde, Benedicto XVI), a raíz de una pregunta formulada por el vaticanista Gian Franco Svidercoschi el 26 de junio del 2000. Que esta entrevista —cuya segunda parte aparecerá en el próximo número— aumente en todos el deseo y la filial esperanza del pronto cumplimiento de las promesas de Fátima. En Jesús y María, El Director
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¿Por qué el tercer secreto de Fátima no fue divulgado en 1960? Entrevista a Antonio Borelli Machado |
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El Tirol: tesoro de Europa central Estando en Alemania, de viaje por Baviera, vi a algunos tiroleses. Aún conservo en la retina a un hombre, observado por mí en aquella ocasión, quincuagenario, usando un sombrerito medio verdoso, coronado por una pluma —lo cual indicaba que él estaba dispuesto a emprender alguna actividad atlética en el campo— vistiendo una ropa que nada tenía de deportiva, en el sentido actual del término, aunque era un traje de campo: un chaquetón pesado, de buena calidad, medias de lana gruesas, en fin, tejidos preciosos en cuanto a su duración. Se notaba que aquella vestimenta fue confeccionada para durar muchos años…... |
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Variedad y unidad en las canciones de Navidad En las diferentes naciones, las canciones de Navidad varían según el carácter nacional, pero en todas ellas están siempre presentes las mismas notas adecuadas a la Nochebuena... |
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