Historia Sagrada Pedro, cabeza de la Iglesia

San Juan Bosco

Muchas veces, manifestó Jesús que elegía a Pedro como cabeza de su Iglesia y, cuando le anunció su caída, añadió luego:

—“He pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos”.

Con estas palabras, el Salvador aseguró a Pedro que su doctrina nunca podría venir a menos, es decir, que su enseñanza sería infalible, y que a él y a sus sucesores les estaba cometido confirmar a los otros apóstoles y a sus sucesores en la fe.

Esta suprema autoridad la confirmó el Salvador, después de la mencionada pesca milagrosa. Jesús dijo tres veces a Pedro: —“Simón, ¿me amas?”, y Pedro, otras tantas veces y siempre con más fuerza, contestó: —“Tú sabes que te amo”. Jesús añadió: —“Si me amas apacienta mis ovejas, apacienta mis corderos”.

Este alimento simboliza la palabra de Dios; los corderos son los fieles que deben ser alimentados con todo lo que concierne a la fe, a las buenas costumbres y al bien espiritual de los cristianos.

Misión de los Apóstoles

Encargo de Cristo a Pedro, Peter Paul Rubens, c. 1616 – Óleo sobre roble, The Wallace Collection, Londres

Al acercarse el tiempo en que el divino Salvador tenía que subir al cielo y entrar en su gloria, se daba prisa por interpretar las Sagradas Escrituras a los apóstoles y confirmarlos en la fe. Entre otras cosas les dijo:

—“Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”.

Lo mismo les dijo otra vez cuando les encargó que fueran a predicar el Evangelio a todas las gentes, anunciándoles la penitencia y la remisión de los pecados; luego añadió:

—“El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. Os enviaré el Espíritu Paráclito que os he prometido; permaneced vosotros mientras tanto en Jerusalén hasta que hayáis recibido sus celestiales dones”.

Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo

Dicho esto, llevados a la cima del monte de los Olivos y, una vez allí, extendió las manos, los bendijo y mientras los bendecía se levantó en el aire, hasta que una nube luminosa lo rodeó y lo escondió a sus miradas. Aún estaban mirando a lo alto, cuando se les aparecieron dos ángeles, y les dijeron:

—“Varones de Galilea, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús que ahora habéis visto subir, volverá un día sobre las nubes lleno de Majestad”. Con estas palabras, aludía a la segunda venida de Cristo, el día del juicio universal.

Así subió al cielo Jesucristo.

Los Apóstoles en el Cenáculo

Apenas nuestro divino Salvador subió a los cielos, los apóstoles volvieron a Jerusalén desde el monte de los Olivos y se retiraron en el Cenáculo, que era una gran sala donde solían reunirse para hacer oración. Allí, estaban con María Santísima y otros ciento veinte discípulos perseverando en la oración y esperando la venida del Espíritu Santo, que Jesús les había prometido.

Invasión islámica de Europa Santa Rosa de Lima
Santa Rosa de Lima
Invasión islámica de Europa



Tesoros de la Fe N°188 agosto 2017


Santa Rosa de Lima IV Centenario de su gloriosa muerte
Capítulo 7: Un secreto y un milagro Capítulo 8: Como en Palestina, hace 2000 años... Agosto de 2017 – Año XVI Canonización de Francisco y Jacinta Marto Invasión islámica de Europa Pedro, cabeza de la Iglesia Santa Rosa de Lima ¿Murió la Virgen o fue llevada directamente al cielo? ¿Los siglos de fe no conocieron el celo por la situación de las clases populares?



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