Estimados amigos: San Alfonso María de Ligorio dejó un centenar de obras, entre las que destaca Las glorias de María. Escrita en 1750, cuando el santo tenía 53 años de edad, es considerada un monumento perenne de su profunda devoción a la Virgen. Este libro propició una amplia expansión de la devoción mariana y alcanzó, en vida del autor, 16 ediciones en Italia, una en Alemania y otra en España. Hoy está traducido prácticamente a todos los idiomas. Cuentan que, en su vejez —san Alfonso murió a los 91 años—, pidió a un coadjutor redentorista que le entretuviera con un libro de piedad. El hermano comenzó entonces a leer Las glorias de María. Al poco tiempo de lectura, el santo preguntó: “¿Pero quién habrá escrito cosas tan hermosas sobre la Madre de Dios?” El religioso cerró el libró, miró la portada y leyó el nombre del autor: Alfonso María de Ligorio. En su humildad, el santo cambió de asunto… He aquí un extracto de la oración compuesta por san Alfonso, pidiendo la protección de la Virgen Santísima para esta obra: “Espero, amada Reina mía, que este sencillo libro sea agradable a tu corazón. Acéptalo y protégelo como propiedad tuya. Aspiro a que me recompenses por este humilde obsequio así: que yo te ame de hoy en adelante cada día mejor y que cada uno de los que tengan esta obra en sus manos quede inflamado en tu amor, se acreciente en ellos el deseo de amarte y de verte amada de todos y se dediquen con todo fervor a predicar y promover cuanto más puedan tus alabanzas y la confianza en tu poderosísima intercesión. Así lo espero, así sea”. Con los mismos augurios —en este mes de mayo, mariano por excelencia— transcribimos fragmentos escogidos de la primera parte de esta obra titulada: Explicación de la Salve Regina. Al ofrecerlo a nuestros lectores, ponemos en sus manos las más valiosas joyas espirituales que este libro contiene para alcanzar la salvación eterna. En Jesús y María, El Director
|
Las glorias de María Explicación de la Salve Regina |
|
¿Por qué existe el mal? Uno de los problemas que más angustiaron a la humanidad en todos los tiempos, y que solo encuentra una solución satisfactoria con el Cristianismo, es el de la existencia del mal. ¿De dónde procede el mal? ¿Cómo pueden la bondad y la omnipotencia de Dios conciliarse con la existencia del mal? ¿Si Dios podía impedir el mal y no lo quiso impedir, dónde está su bondad? ¿Y si Dios quería impedir el mal y no puede, dónde está su omnipotencia? En ambos casos, ¿dónde está su Providencia?... |
|
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel El 29 de setiembre, la Santa Iglesia celebrará la fiesta de san Miguel Arcángel. En el pasado, esta fecha estuvo marcada por la piedad de los fieles... |
|
Venecia, joya del mundo Una ciudad que tuviera ¡como calles… agua; como casas… palacios; como habitantes… venecianos! ¡Cuánto hay de poético, de misterioso, de aventurero en todo ello!... |
|
Le ataron las manos porque hacían el bien La mano es una de las partes más expresivas y más nobles del cuerpo humano. Cuando los Pontífices y los sacerdotes bendicen, lo hacen con un gesto de manos... |
|
La humanidad después del pecado original La Providencia Divina concedió a cada animal los medios de defensa y de ataque propios. Los insectos muy pequeños tienen facilidad para huir. La desproporción de fuerzas entre el tigre y el hombre es mucho menor de que entre el hombre y la mosca. Pero la mosca fácilmente escapa y no se consigue cogerla. Su propia pequeñez es su defensa... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino