Página Mariana María en el Dogma

Iglesia de Santa María de los Reyes (detalle del pórtico), Laguardia, País Vasco

Para amar es necesario conocer. Para aumentar el amor y la devoción a la Santísima Virgen es necesario conocerla mejor, pues, como escribió san Agustín, “nadie ama lo que no conoce”, y quien conoce poco, ama poco. He aquí el objetivo de la obra María en el Dogma, escrita por Émile Neubert, sacerdote marianista y Doctor en Teología: ampliar el conocimiento de la Virgen Santísima entre sus devotos, deseosos de amarla cada vez más, para unirse aún más a Nuestro Señor Jesucristo, servir mejor a la Santa Iglesia y así santificarse.

 

A fin de proporcionar un conocimiento más profundo de la doctrina mariana y el consecuente incremento de la devoción a la Santísima Virgen, Tesoros de la Fe ofrece a sus lectores, en este mes de mayo dedicado especialmente a la Madre de Dios, algunos trechos del primer capítulo del libro María en el Dogma, de autoría del padre Émile Neubert SM, publicado en 1945 bajo el título original Marie dans le dogme.1 El autor nació en Ribeauville (Francia) el 8 de mayo de 1878 y falleció en Friburgo (Suiza) el 29 de agosto de 1967, habiendo escrito muchas otras obras de mariología. En el prólogo, el padre Neubert lamenta la falta de conocimiento de los católicos —a veces hasta de los más devotos— a respecto de la Santísima Virgen. En efecto, escribe: “Uno se ve obligado a reconocer que el progreso doctrinal [sobre el conocimiento de María] se ha quedado en el ámbito de los teólogos. No hay necesidad de minuciosas encuestas para comprobar la ignorancia de la masa de los fieles, comprendidas las personas instruidas, con respecto a la Madre de Dios. Sus conocimientos mariológicos se reducen a pocas líneas: la enumeración y la definición de los principales privilegios de María, con la afirmación de su poder y de su bondad. “La consecuencia se adivina fácilmente. Apoyándose más sobre el sentimiento que sobre el dogma, la devoción a María es inestable como el sentimiento. Podrá en ciertos momentos ser muy tierna o muy entusiasta, pero en otros momentos cuando sería necesaria —en las tentaciones de la edad crítica y en el período de las aspiraciones viriles hacia el apostolado— o casi ha desaparecido o, si subsiste todavía, tiene una eficacia limitada. De una doctrina rudimentaria no puede salir más que una devoción raquítica. “Desde luego, esta misma devoción raquítica, puede producir, llegado el caso, resultados sorprendentes. Sin embargo no produce sino una ínfima parte de lo que trae consigo una sólida devoción a la Virgen. Los que tienen la fortuna de conocer de cerca ciertas almas marianas comprueban con gran alegría las maravillas de santidad y de fecundidad apostólica que obra en ellas su unión con la Madre de Jesús. Pero estas son almas que han ‘descubierto a la Santísima Virgen’. Para la mayoría, este descubrimiento está aún por hacerse”.

La Maternidad Divina María Antonieta
María Antonieta
La Maternidad Divina



Tesoros de la Fe N°197 mayo 2018


María en el Dogma Fecit mihi magna qui potens est
Mayo de 2018 – Año XVII La dignidad de la mujer El Trauma Post-Aborto La Maternidad Divina María en el Dogma María Antonieta



 Artículos relacionados
Santa Rosa de Lima, los ángeles y el chocolate Una noche, cerradas las puertas del huerto, velaba como solía Rosa, en la angosta celdilla que había construido en él. Sintió que de improviso le faltaban las fuerzas tanto que temió un síncope peligroso. En vista de esto determinó recogerse al cuarto de su madre, comunicando primero esta resolución con el ángel...

Leer artículo

La Ciencia busca nuevas evidencias del Diluvio En la tradición unánime de los pueblos de la antigüedad, el diluvio se presenta como un hecho histórico incontestable. Y el Libro del Génesis nos proporciona la mejor descripción...

Leer artículo

El Santo Leño de la Cruz La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que se conmemora el día 14 de setiembre, fue instituida originalmente para recordar el descubrimiento del Sagrado Leño por santa Elena...

Leer artículo

El demonio: el gran mentiroso El influjo nefasto del demonio y de sus secuaces es habitualmente ejercitado a través del engaño, la mentira y la confusión...

Leer artículo

El martirio de María ES CIERTO QUE cuanto más se ama una cosa, tanto más se siente la pena de perderla. La muerte de un hermano causa más aflicción que la muerte de un jumento, la de un hijo más que la de un amigo. Para comprender, pues, dice Cornelio Alápide cuán vehemente fue el dolor de María en la muerte de su Hijo, era preciso comprender cuánto era el amor que le tenía; pero ¿quién podrá medir este amor?...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino