Ambientes Costumbres Civilizaciones Nomeolvides

Una pequeña flor en el orden de la creación

Plinio Corrêa de Oliveira

Cuando examinamos detenidamente a la pequeña nomeolvides, percibimos la excelencia de sus pétalos, que tienen el encanto de las cosas pequeñitas. Imita en pequeña medida la buena loza o la porcelana de la mejor categoría. Esta florecilla tan pequeña, tan bien diseñadita, tan excelente, despierta una forma de ternura y de encanto que es un modo de alabar a Dios.

¿Cómo se puede alabar a Dios de esta manera? ¿No será por el reconocimiento tantas veces repetido: —“¡Oh Dios, qué grande eres!”? Debemos reconocer la belleza de lo pequeño: —“¡Qué hermoso es encerrar tanto esplendor, con tanta intensidad, en algo tan pequeño!”. El orden del ser es tan rico, tan variado, que alberga incluso a esta minúscula flor.

En el orden del ser, lo excelente armoniza su esplendor al posarse en esta pequeña flor. Ante ella una persona puede sentir compasión y sentirse movida a la protección, como quien advierte: —“No la pises, no la lastimes, no cojas la nomeolvides, pues representa algo muy grande en el orden del ser, a pesar de ser pequeñita”. En esta consideración entra la ternura, porque uno se siente casi como un intermediario entre Dios y la nomeolvides, se siente como el representante de Dios ante esta flor.

Al ver a Dios simbolizado en una nomeolvides tan frágil, podemos imaginar las meditaciones que la Santísima Virgen hacía ante el Niño Jesús. Ella tenía en sus manos un “nomeolvides” celestial. No estaba obligada a adivinar que el Niño-Dios tenía sed, por ejemplo, pero podemos imaginar su complacencia ante los innumerables deseos del Niño Jesús, que se apresuraba a discernir para satisfacerlos.

Esto involucró a la Madre Santísima por completo, de una manera tan sublime como ninguna otra criatura humana sería capaz de hacerlo. La Virgen hizo cosas minúsculas dentro de ese orden de cosas, pero admirablemente grandes.

¿A qué edad deben ser bautizados los niños? El viejo y el nuevo espíritu de la hospitalidad
El viejo y el nuevo espíritu de la hospitalidad
¿A qué edad deben ser bautizados los niños?



Tesoros de la Fe N°246 junio 2022


El jardín de Picpus y las carmelitas mártires de Compiègne
El viejo y el nuevo espíritu de la hospitalidad Junio de 2022 – Año XXI La dignidad sacerdotal El Jardín de Picpus Procesión de San Antonio en Madrid Los sacrificios de las almas justas aplacan la ira de Dios La vida temprana de la Virgen María La indiferencia religiosa ¿A qué edad deben ser bautizados los niños? Nomeolvides



 Artículos relacionados
La virtud y el vicio se destacan en la persona noble El último fruto de la nobleza es que, así como una misma piedra preciosa refulge más engastada en oro que en hierro, así las mismas virtudes resplandecen más en el varón noble que en el plebeyo...

Leer artículo

Las criaturas son vestigios y representaciones que nos ayudan a ver a Dios Todas las criaturas de este mundo sensible llevan al Dios Eterno el espíritu del que contempla y degusta, por cuanto son sombras, resonancias y pintura de aquel primer Principio...

Leer artículo

¿Con la abstinencia de carne la Iglesia favorece el veganismo? La disciplina actual de la Iglesia latina impone a los fieles “abstenerse de comer carne y ayunar en los días establecidos por la Iglesia” (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2043)...

Leer artículo

El Cruzado del Siglo Veinte Plinio Corrêa de Oliveira Del 11 al 14 de diciembre pasado, tuvieron lugar en la ciudad de São Paulo diversos actos conmemorativos por el centenario de su nacimiento. Como una muestra elocuente de ello, transcribimos la brillante intervención del Prof. Roberto de Mattei durante la sesión solemne de clausura en el Hotel Renaissance, que reunió a más de 600 discípulos, admiradores, amigos y simpatizantes del gran líder católico...

Leer artículo

Jesús reprende a los Fariseos Los profetas anunciaron que el Mesías sería contradicho por su pueblo y especialmente por los que más obligados estaban a creer en él, los escribas y los fariseos*, enemigos jurados del Salvador...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino