Pinceladas Banquete de bodas en Yport

Albert Auguste Fourié, 1886, Museo de Bellas Artes de Rouen, Francia

Felipe Barandiarán

Dos rudas lonas colgadas de los manzanos improvisan el salón de banquetes de esta familia de Normandía en medio de su huerto. Los brillantes rayos del sol se filtran a través del follaje verde de las ramas y reflejan su fulgor en el impecable mantel blanco, sobre el que la abundancia de botellas medio vacías atestiguan la generosidad del almuerzo.

La niña del vestido rosa y los cabellos dorados, cansada por la prolongada comida, juega con las flores. El padre de la novia se acaba de levantar y, limpiando la comisura de sus labios con la servilleta, brinda con su hija. Alzan al tiempo sus copas el resto de los comensales, deseando felicidad a los recién casados. Sonriente y sereno, con su clavel blanco en la solapa, el novio asiste a esta escena que tiene por centro el corazón de su recién fundado hogar: su mujer.

No han sido olvidados en un día tan especial, aunque no sean de la familia, esos tres hombres un poco toscos, trabajadores de la casa tal vez, dos de ellos con gorra y guardapolvo azul, que vemos sentados en el extremo de la mesa, apresurándose a brindar uno de ellos.

En los rostros de todos trasparece la alegría plácida de la familia honesta, la amabilidad y templanza de una existencia que se asienta en el matrimonio cristiano.

 

Albert Auguste Fourié nació en París en 1854. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de París, teniendo como profesores a Jean-Paul Laurens y Jean Gautherin. Comenzó su carrera como escultor, pero tras su primera exposición en 1877, abandonó la escultura para dedicarse a la pintura. Su estilo elegante, marcado por los retratos femeninos en parques y jardines, le valió varias medallas en el Salón de París. Ilustró las obras de Gustave Flaubert, Víctor Hugo, Alphonse Daudet y Guy de Maupassant. Falleció en 1937 en Saint-Germain-en-Laye, municipio a unos 20 kilómetros al oeste de París. Está enterrado en el cementerio parisino de Père-Lachaise.

En la era de los abuelos-niños Palabras del Director Nº 255 – Marzo de 2023 – Año XXII
Palabras del Director Nº 255 – Marzo de 2023 – Año XXII
En la era de los abuelos-niños



Tesoros de la Fe N°255 marzo 2023


Oh Virgen de la Guardia Guarda nuestra fe y la inocencia de los niños
Marzo de 2023 – Año XXII El sentimiento de la naturaleza y el alpinismo Venerable María Clotilde de Borbón Cualidades del buen consorte Nuestra Señora de la Buena Guardia Jesucristo quiso nacer de estirpe real El formidable poder de la música Grandezas inconmensurables de San José En la era de los abuelos-niños Banquete de bodas en Yport



 Artículos relacionados
Los ángeles arcabuceros En su expresión más exacta, el ángel arcabucero se asemeja a un gentilhombre según el estilo de los guerreros en parte de los siglos XVII y XVIII, especialmente durante la época de Luis XIV, rey de Francia...

Leer artículo

Rosa de Santa María Vida de Santa Rosa de Santa María, natural de Lima y Patrona del Perú. Poema Heroico por Don Luis Antonio de Oviedo y Herrera (1636-1717), Caballero del Orden de Santiago, Conde de la Granja...

Leer artículo

Los verdaderos amigos del pueblo Además, como en el conflicto de intereses, y especialmente en la lucha con las fuerzas de los malos, ni la virtud ni aún la santidad bastan siempre para asegurar al hombre el pan de cada día, y como el rodaje social debe ordenarse de suerte que con su juego natural...

Leer artículo

Sínodo de la Amazonía La periodista Almudena Martínez-Bordiú de InfoVaticana conversó con José Antonio Ureta, investigador de la Federación Pro Europa Cristiana y autor del libro “El Cambio de Paradigma del Papa Francisco – Ruptura o Continuidad en la Misión de la Iglesia”, acerca del próximo Sínodo para la Amazonía...

Leer artículo

Marsella: las iglesias están en peligro Marsella, ciudad con un rico patrimonio católico, ve cómo sus iglesias se deterioran bajo el peso del tiempo y de la indiferencia. Mientras que la basílica de Notre-Dame de la Garde, monumento emblemático de Marsella, se beneficia de una restauración de 2,47 millones de euros, no puede decirse lo mismo de los demás edificios religiosos de la ciudad...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino