Estimados amigos: “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló” (Is 9, 1). Así, de un modo poético y con más de 600 años de antelación, el profeta Isaías previó el nacimiento de Jesús. Las Sagradas Escrituras recogen otros tantos anuncios de la venida del Hijo de Dios, como el que nacería de una Virgen (cf. Is 7, 14). Los justos del Antiguo Testamento esperaban que el mundo saliera de las tinieblas cuando se cumplieran las profecías sobre la venida del Mesías. Ellas se realizaron con el advenimiento del Sol de Justicia, que vino “para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc 1, 79). En la oscuridad de una noche fría, en una gruta a las afueras de Belén —que este año padecerá los flagelos de la guerra— , nació el Sol prometido, Aquel que dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8, 12). De ahí provienen los símbolos que utilizamos en Navidad para decorar nuestros hogares, como la vela que ilumina, la estrella que guía, el sol que calienta suavemente y el gallo que canta anunciando la salida o nacimiento del astro rey. En diciembre de 1951, Plinio Corrêa de Oliveira escribió para la revista Catolicismo su primer artículo navideño, cuyo texto ofrecemos como Tema del Mes en la presente edición. Como complemento, publicamos diversas materias sobre panetones y dulces navideños, meditaciones para la Nochebuena y los orígenes del árbol de Navidad, entre otros artículos. Por fin, deseamos a nuestros queridos lectores y colaboradores una santa y feliz Navidad, así como un Año Nuevo lleno de gracias y bendiciones del Niño Dios y de su Santísima Madre, para que el “poder de las tinieblas” sufra una colosal derrota. En Jesús, María y José, El Director
|
![]() “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8, 12) Navidad |
![]() |
Dios sabe lo que nos conviene La confianza no nos dispensa de la oración. En las necesidades temporales no basta esperar los socorros de Dios, es menester además pedírselos. Jesucristo nos dejó en el Padrenuestro el modelo perfecto de la oración; ahí Él nos hace pedir “nuestro pan de cada día”: Panem nostrum quotidianum da nobis hodie... |
![]() |
Las opiniones falsas y los vicios corruptores deben ser reprimidos Existe el derecho de propagar en la sociedad, con libertad y prudencia, todo lo verdadero y todo lo virtuoso para que pueda participar de las ventajas de la verdad y del bien el mayor número posible de ciudadanos... |
![]() |
Sacando de una ruina un monumento, de una costumbre una institución Las grandes polémicas, que caracterizaron tanto la historia del siglo XIX, conservan en general, por la elevación de sus temas, por la fuerza de su pensamiento, por la distinción de su lenguaje, algo de la nobleza de la sociedad europea anterior a la Revolución... |
![]() |
¡No abuséis de la misericordia! Prestad atención a mis razones , derramaré mi espíritu sobre vosotros, quiero comunicaros mis palabras... |
![]() |
El controvertido tema de la Inquisición Para una valoración serena y equilibrada de la cuestión es necesario, por un lado, remontarse a los principios teológicos; y por otro, describir adecuadamente el contexto histórico en el que los Papas nombraron a los inquisidores para juzgar las causas de herejía y sancionar a los culpables... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino