Carlos Eduardo Schaffer Parece una fortaleza o un palacio, que sorprende y encanta a quien lo ve repentinamente en lo alto de un peñasco. Fijando más atentamente la vista, parece sin embargo distinguirse junto al parapeto alguna persona con hábito religioso, que meditativamente contempla el Danubio en el vecino valle, las colinas y los campos. Estamos delante de la abadía benedictina de Melk, considerada la cuna de Austria. En 976, Leopoldo I, de la estirpe bávara de los Babenberg, recibió del emperador Otón II, en recompensa por sus servicios, el territorio llamado Marca de Ostarrichi. Leopoldo escogió a Melk como sede del gobierno, y mientras él regia el territorio, a su lado los monjes oraban. La grandeza abacial y su sabiduría irradiaron su influencia sobre vastas regiones circunvecinas. Veintiocho parroquias son aún hoy atendidas por sus monjes. A lo largo de los siglos la abadía catequizó, formó, asistió a las poblaciones, resistió a los ataques enemigos. La guerra civil protestante de 1597 embistió contra este símbolo de la presencia papal en tierras austriacas, que fue sitiado por los herejes durante la Guerra de los Treinta Años. Pero resistió al cerco, y los adversarios no consiguieron arruinarlo. Napoleón lo ocupó en 1805 y 1808. Lo dejó casi intacto, damnificando apenas su dormitorio, donde quemó en el suelo papeles comprometedores, indiferente al esplendor de los edificios. El edificio representa magníficamente hoy lo que Austria fue por casi mil años, desde los Babenberg, pasando por el Sacro Imperio Romano Germánico y el Imperio Austrohúngaro. Él simboliza la unión entre el clero, los gobernantes y la sociedad civil, la supremacía de las enseñanzas perennes de la Santa Iglesia, así como su benéfica y pacífica influencia civilizadora sobre el pueblo.
|
![]() La Anunciación |
![]() |
¡Partir es vivir… o morir un poco! Así era la vida hace un siglo o poco más: tranquila, alegre, interesante, colorida. La indumentaria variada y elegante realza la dignidad de las personas. El ambiente es de calma, incluso en medio del bullicio que precede a la partida. Nadie grita ni gesticula. Aunque sean de regiones y clases sociales diferentes…... |
![]() |
La Guardia Suiza en su 500º Aniversario Un pequeño ejército con grandes ideales Tomando con la mano izquierda el estandarte, mientras con la derecha hace ver tres dedos alzados en señal de su fe trinitaria; todo en el marco de una bella ceremonia religiosa y militar, delante de una nutrida delegación de autoridades eclesiásticas y civiles. Esto se viene repitiendo cada 6 de mayo desde hace 500 años... |
![]() |
El peñasco de San Miguel En Francia, tan rica en lugares extraordinarios, Le Puy-en-Velay es uno de los más impresionantes. La pequeña ciudad de 20 mil habitantes, situada en una cuenca poblada de peñascos de origen volcánico, es marcada por la fe, por la historia y por la belleza natural... |
![]() |
La gloria que surge del cumplimiento del deber Tanto en la gloria del palacio como en medio de los peligros de la guerra, la actitud sicológica y moral es la misma. Es el alto sentido de la honra y del deber, la afirmación de que hay valores que van mucho más allá de los de esta tierra, que deben ser defendidos ante cualquier adversidad... |
![]() |
Roquefort: queso simbólico de la culinaria francesa Oriundo de la Galia romana, el roquefort se fue refinando a través de los siglos, transformándose en uno de los ejemplos más típicos de la máxima perfección del buen gusto en la comida... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino