Ambientes Costumbres Civilizaciones El palacio de Luxemburgo

Líneas suaves y leves que respetan las reglas de la transición y de la armonía

PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA

Lo que salta a primera vista en la fotografía superior del palacio de Luxemburgo es la linda curva de la balaustrada. Se mira hacia ella y se tiende a sonreír, casi como quien agradece el placer que proporciona esta curva fuerte y amable.

La pluma que trazó tal curva es la de un hombre que entiende qué es la calma. Un neurasténico no conseguiría diseñarla. Un espíritu sin sutileza, tampoco. Este dibujaría una balaustrada recta. Y la línea recta, muchas veces, aflige al hombre, porque nos gusta la verdad presentada con una pizca de fantasía y de poesía.

En el palacio, las curvas conviven bien, no se ignoran las reglas de la transición y de la armonía. Al contrario, por ejemplo, de un viaducto elevado que las ignora. Una vía elevada es como un tablero monótono y violento, que debe ser recorrido a una velocidad brutal. Los habitantes de las edificaciones vecinas se estremecen… Las macetas son bonitas y atienden bien a la finalidad de elevar nuestra naturaleza, que tiene horror a aquello que es achatado. Entre un rincón y otro de los jardines, existe como que un punto intermedio, la balaustrada; en seguida, una rampa delicada; y al fin, las estatuas. Las transiciones están perfectamente bien observadas.

* * *


El lindo palacio se compone de tres partes: una más alta, con un techo de pizarra medio azulada y chimeneas; un piso intermedio; y por fin una parte más baja.

En el centro del edificio, donde se encuentra la parte más vigorosa, se destacan altas columnas. Pero todo tan simétrico como un rostro humano, en que un lado repite al otro. Mirando los dos lados iguales del edificio, la persona siente en el fondo del alma una armonía, que viene del hecho de que el cuerpo humano está también compuesto de dos partes iguales. Una repite a la otra, y así nos sentimos agradablemente en casa viendo los dos lados del edificio.

Imaginemos que la parte de la fachada principal, construida con un cierto retroceso, estuviese alineada con el resto de la construcción, y que todo el edificio fuese plano como un gran paredón. Perdería mucho, se asemejaría a un enorme mascarón ante el cual nos sentiríamos medio achatados. Quebrando por completo la agradable convivencia del hombre con el palacio.

La gracia divina antes de la venida de Cristo Palabras del Director Nº 176 - Agosto de 2016 – Año XV
Palabras del Director Nº 176 - Agosto de 2016 – Año XV
La gracia divina antes de la venida de Cristo



Tesoros de la Fe N°176 agosto 2016


El Mensaje de Fátima Ese desconocido del gran público
Nº 176 - Agosto de 2016 – Año XV Los males terribles que acarrea el divorcio El Mensaje de Fátima, ese desconocido Nuestra Señora de la Guardia Patrona de Génova Parábolas de las diez vírgenes y el rico Epulón San Juan Eudes Precursor de la devoción a los Sagrados Corazones La gracia divina antes de la venida de Cristo El palacio de Luxemburgo



 Artículos relacionados
Niños cibernéticos Todo bebe es un ser racional. Aún antes de nacer, en el seno materno, ahí tenemos un ser racional. Apenas que, como el botón de una rosa, su razón aún no se abrió, ni la racionalidad está actuante. Sin embargo, poco a poco, con el paso de los años, la flor de la razón se irá abriendo en busca de la luz intelectual, hasta que el niño pueda tener un conocimiento suficientemente claro de las cosas y, por lo tanto, sea responsable de sus actos...

Leer artículo

San Juan Gualberto La vida de san Juan Gualberto, que transcurrió en el siglo XI, fue escrita por el abad del monasterio de Strumi en 1092, un año antes de su canonización...

Leer artículo

San Andrés Kim y compañeros mártires Corea, antiguamente llamada Tsio-Sien (“Serenidad de la mañana”), y más tarde conocida como “El reino ermitaño”, debido a su negativa de recibir extranjeros, es quizá la única nación en los anales misioneros que se ha evangelizado a sí misma...

Leer artículo

En el Huerto de los Olivos, Nuestro Señor Jesucristo sufrió, rezó y venció La Santa Iglesia, que por el bien de los hombres en esta tierra hace todo con la mayor perfección y desvelo posibles, celebra en la víspera del Viernes Santo la institución de la Sagrada Eucaristía...

Leer artículo

Una investigación A lo largo de su vida Sorolla estuvo en estrecho contacto con un amplio número de personas cultas, entre ellas el Dr. Simarro, sobresaliente científico comprometido con la renovación de la medicina en España. Su laboratorio, en el número 5 de la calle General Oraa de Madrid, era verdadero centro de formación de investigadores...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino