Estimados amigos: Segovia, una de las ciudades más antiguas de la península ibérica, conserva monumentos de la época romana así como de la España medieval y caballeresca. Su imponente catedral gótica construida en el siglo XVI, dedicada Nuestra Señora de la Asunción y a San Frutos —un eremita segoviano que vivió de 642 a 715 y es patrono de la ciudad— es conocida como “la Dama de las Catedrales” por “su belleza y elegancia, así como su fuerza visual y dimensiones”. Entre los acontecimientos históricos que se gestaron al interior de sus murallas, podemos destacar la coronación de Isabel la Católica como reina de Castilla, acaecido en su plaza mayor el 13 de diciembre de 1474. En la sección Esplendores de la Cristiandad el autor realza la belleza de Segovia, desplegada armoniosamente a lo largo de los siglos en función de un circulo virtuoso, en abierto contraste a lo que sucede con las megalópolis modernas. * * * En todos los procesos históricos, la aparición de nuevas posturas extremistas ha resultado siempre en que el centro se desplace cada vez más hacia tal extremo. Así, los moderados acaban adoptando una posición mucho más radical, aunque aparenten moderación. Es lo que parece estar sucediendo en los medios católicos en relación con el próximo Sínodo de la Amazonía, que tendrá lugar en Roma del 6 al 27 de octubre próximo. Sobre el particular les recomendamos singularmente la estupenda entrevista que José Antonio Ureta, investigador de la Federación Pro Europa Cristiana, brindó a la periodista Almudena Martínez-Bordiú de InfoVaticana y que reproducimos en esta edición. Como siempre les deseamos una agradable y provechosa lectura, tanto de estos como de los demás artículos que componen el presente número. En Jesús y María, El Director
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Segovia Belleza y fuerza que brotan de la fe |
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Plinio Corrêa de Oliveira, cultivó desde su infancia, los más excelentes valores cristianos En estas líneas, intenté dar algunos trazos de cómo Plinio, desde niño, ya respiraba valores contra-revolucionarios. Con los años, él creció ultramontano— como eran llamados en el siglo XIX los católicos antiliberales y fieles al Papado—, monarquista, antimodernista, católico en todas sus manifestaciones. Con la lectura de autores como De Bonald, Donoso Cortés, Veuillot, y de numerosos santos como San Pío X, él explicitó y formuló de modo sistemático sus teorías, su Weltanschauung(visión del universo), aunque todas ellas ya existían en su alma en estado germinal. ¿Cómo esta germinación fue posible en una ciudad moderna, incrustada en el Nuevo Mundo? ¿Por una gracia especialísima de la Santísima Virgen? Ciertamente sí. Pero ello nos lleva a otras consideraciones: si Dios suscitó una personalidad como la del Dr. Plinio, ¿no será esto una primera gracia y un primer paso para un cambio radical en el rumbo de los acontecimientos? ¿No estará próxima la restauración de la civilización cristiana?... |
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El discreto resurgimiento del catolicismo en Europa Nuestro Señor Jesucristo “no vino a apagar la mecha que aún humea”, dice el Evangelio.1 Aunque los países que en otro tiempo fueron católicos están, en gran parte, cubiertos por las cenizas de la apostasía, de la inmoralidad y de la indiferencia, una pequeña llama de fe aún arde... |
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Santa Clara de Asís Una noche, cerradas las puertas del huerto, velaba como solía Rosa, en la angosta celdilla que había construido en él. Sintió que de improviso le faltaban las fuerzas tanto que temió un síncope peligroso. En vista de esto determinó recogerse al cuarto de su madre, comunicando primero esta resolución con el ángel... |
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Eutanasia para recién nacidos Sin duda fue chocante e indignante la noticia sobre la proyectada legalización de la matanza de recién nacidos enfermos en Holanda... |
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Multiplicación de los panes y curaciones Cierto día, entrando Jesús en la ciudad de Naím, encontró una gran multitud que acompañaba a la sepultura a un difunto. Era este un joven, hijo único de madre viuda, la cual seguía al féretro llorando sin consuelo, y le acompañaban otras personas. Jesús se compadeció de ella y le dijo: —“No llores”. Y acercándose al ataúd, detuvo a los que lo llevaban, los cuales se pararon y lo pusieron en el suelo. Entonces el Salvador exclamó en voz alta: —“Te mando, joven, que te levantes”... |
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