Es mediodía. Veo la iglesia abierta. Es preciso entrar. Madre de Jesucristo yo no vengo a rezar. No tengo nada que ofrecer ni nada que pedir. Vengo solamente, madre, para miraros. Miraros, llorar de felicidad, saber esto, Que soy vuestro hijo, y que aquí estáis. Solo por un momento mientras todo se detiene. Mediodía. Estar con vos, María, en el lugar en que estáis. No decir nada, pero solamente cantar porque se tiene el corazón colmado, Como el mirlo que sigue en idea en sus espacios de canciones repentinas. Porque eres bella, porque eres inmaculada, La mujer en la gracia al fin restituida. La criatura en su honor primero y en su final ensanchamiento, Tal como ha salido de Dios en la mañana de su esplendor original, Intacta, inefablemente porque eres la madre de Jesucristo. Que es la verdad entre vuestros brazos y la sola esperanza y el solo fruto. Porque eres la mujer, el Edén de la antigua ternura olvidada, Cuya mirada encuentra el corazón de súbito y hace brotar las lágrimas acumuladas. Porque me has salvado, porque has salvado a Francia, Porque ella también como yo, por vos, fue esta cosa en la que se piensa, Porque en la hora en que todo crujía, fue entonces que interviniste, Porque has salvado a la Francia, una vez más, Porque es mediodía, porque estamos en este día de hoy, Porque estás aquí para siempre, simplemente porque eres María, simplemente porque existes, ¡Madre de Jesucristo, recibid nuestras gracias!
Paul Claudel (1868-1955), La Vierge à midi, in “Letras”, nº 2, Santiago, 1930.
|
Una promesa, una esperanza Basílica de la Madonna de Monte Bérico |
La indispensable presencia materna junto a los hijos Hemos visto en más de una ocasión lo perjudicial que es para una familia, y en particular para una mujer, que una madre se vea obligada a una larga jornada de trabajo fuera de casa... | |
Oración para alcanzar remedio en las actuales necesidades de la Iglesia Padre Santo, que estáis en los cielos, no sois Vos desagradecido, para que piense yo dejaréis de hacer lo que os suplicamos, para honra de vuestro Hijo... | |
Al alma angustiada Voz de Cristo, voz misteriosa de la gracia que resonáis en el silencio de los corazones, Vos murmuráis en el fondo de nuestras conciencias palabras de dulzura y de paz. A nuestras miserias presentes repetís el consejo del Maestro: «¡Confianza, confianza!»... | |
La peregrinación, camino de la Tierra al Cielo La peregrinación es una de las prácticas más antiguas de la tradición católica, una imagen viva de nuestro recorrido hacia la patria celestial... | |
¿Por qué hay estaciones del Vía Crucis que no figuran en las Escrituras? Según la tradición de los religiosos de la Orden Franciscana, custodios de los Santos Lugares desde 1342, la Santísima Virgen habría sido la primera en realizar el piadoso ejercicio de recorrer el camino que siguió Nuestro Señor Jesucristo... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino