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Riqueza y diversidad
Plinio Corrêa de Oliveira Para entender el espíritu italiano, es necesario tener en cuenta que comprende dos aspectos: uno consiste en imaginar un mundo como podría ser: el de los sueños; el otro, la realidad concreta, en la que los italianos entran con un gran sentido de esta realidad. El sentido del arte y el sentido del comercio forman en la Bella Penisola una composición en la que no está claro quién es el vencedor. Luego de haber logrado un buen provecho en la industria, el peninsular canturrea. Después examina su bolsillo y, si no está lleno, ¡emprende nuevos negocios! Hay un doble movimiento de vivacidad, que no es el antiguo estilo imperial romano. Analizando la canción italiana, el arte italiano, manifiestan una forma especial de ligereza, muy particular. Mientras que el español parece dar saltos para alcanzar el cielo, la índole italiana, profundamente marcada por el Renacimiento, parece elevarse para alcanzar la cúspide de lo que sería el cielo en la tierra. La vida alegre, la bonhomía, la broma, la fraternidad, la gracia y el arte de adornar todo, para que esta vida sea lo más placentera posible ––única en su género–– no corresponde al espíritu español ni al portugués. ¿Qué ha producido tal concepción? ¡La matriz de todas las artes de Occidente! Todo lo que ha surgido del Renacimiento hasta nuestros días ha sido inspirado en Italia. Vemos la marca italiana presente en el mundo entero. Italia consiguió sin grandes batallas ––nunca estuvo muy interesada en ello––, sin formar un gran imperio como el antiguo imperio romano, una influencia artística mucho más robusta que el influjo artístico del imperio romano. Y el imperio cultural italiano es mucho mayor de lo que fue el imperio cultural romano. Italia es una gran nación, con una enorme expresión en la historia del mundo y una influencia muy particular en la historia de la Iglesia. La Iglesia fue fundada para tener su sede en Roma. Y esta ubicación es como una fuente de influencia italiana en el universo. Las riquezas y diversidades del genio italiano son tan extraordinarias, que es imposible contenerlas en un solo comentario.
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