Ambientes Costumbres Civilizaciones Clark Gable y Felipe II

¿Por qué muchos de nuestros contemporáneos no simpatizan con un hombre serio?

Plinio Corrêa de Oliveira

William Clark Gable (1901-1960), actor norteamericano, considerado una de las mayores estrellas del cine de mediados del siglo XX.

Recuerdo que viajando de Londres a París, Clark Gable se encontraba en el mismo avión que yo. Así que traté de analizarlo.

En primer lugar, me dio la impresión de que gozaba de una salud espléndida. Un hombre bien construido, con movimientos naturales, con un conjunto que infundía una sensación agradable, de bienestar permanente, de persona a gusto consigo misma.

Estos aspectos inspiran cierta confianza. Su energía no está dirigida contra nadie, no está luchando contra alguien ni enseñando con el dedo levantado, con aire de doctor de la verdad. Un hombre fuerte, que daba la impresión de estar dispuesto a amparar a quienquiera que necesitara de su ayuda contra un bandido que se le acercara.

Por otro lado, un hombre risueño, de risa abierta, ampliamente afable, sin vulgaridad, acogiendo con amabilidad a cualquiera que se le acercase. Poseía una cierta distinción natural, pero fingía no notar la falta distinción en los demás. En el avión, me di cuenta de que algunas personas le pedían autógrafos y eran tratadas como si hipotéticamente fueran tan finas como él.

Felipe II (1527-1598), hijo del emperador Carlos V, del Sacro Imperio, rey de España desde 1556 hasta su muerte.

El resultado: todo el mundo terminaba simpatizando con Gable. Al hombre de hoy le gusta relacionarse con personas felices, despreocupadas, fuertes y que no le aplasten con su superioridad. En eso consistiría la idea del “hombre bueno”. Un individuo que es bueno en todos los sentidos, en el alma y en el cuerpo, a un hombre así actualmente se le considera simpático.

*     *     *

Consideremos a otro tipo de hombre. Por ejemplo, el rey Felipe II de España. Hoy en día se le podría considerar antipático. ¿Por qué? —En primer lugar, porque es un hombre muy serio. La idea de la seriedad actualmente no agrada. En segundo lugar, muestra una fisonomía armada contra un adversario, lo que también desagrada al hombre moderno. Por último, Felipe II presenta la fisonomía de un hombre muy lógico, lo que repele a las personas de nuestra época.

Si le presentamos al hombre contemporáneo un Felipe II y un Clark Gable, el rey español podría ser rechazado, mientras que el actor norteamericano podría ser ovacionado. ¿Por qué? —Porque corresponde a un determinado estado de espíritu del público actual.

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Tesoros de la Fe N°249 setiembre 2022


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La era futura o Reino de María, llegará a través de la Divina Misericordia Setiembre de 2022 – Año XXI La caridad sin fe es mera filantropía El cazador de venados En la mesa se decide el éxito o el fracaso familiar y social En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel Nuestra Señora de Gracia Santa Eustoquia, Virgen Criterios básicos para el voto electoral de un católico Clark Gable y Felipe II



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