Nueva York, madrugada del 31 de octubre de 2012. Ayer fue quizá uno de los días más tristes para la gran metrópoli norteamericana, después del trágico episodio de las Torres Gemelas en el 2001. El huracán Sandy, a su paso por la Costa Este de los Estados Unidos, ha sembrado muerte y destrucción. La Estatua de la Libertad, símbolo de la ciudad, permanecerá cerrada al público por algunas semanas. Queens, el más populoso de los condados de Nueva York, ha quedado seriamente afectado. Particularmente, el barrio de Breezy Point en donde, a consecuencia de los vientos huracanados y la super tempestad, se desató una fuga de gas que redujo a cenizas más de un centenar de casas. Los bomberos han luchado denodadamente durante toda la noche para extinguir el fuego. Mientras que el frío se ha intensificado por la mañana, el humo y la niebla se diluyen lentamente. En medio del desastre total, emerge una señal inequívoca de esperanza.
Una imagen de la Santísima Virgen en su invocación de la Medalla Milagrosa aparece de pie, como hace dos mil años cuando Ella se mantuvo firme al pie de la cruz de Nuestro Señor Jesucristo. Hora de tragedias, hora de resurrecciones también. Aquel que tenga oídos que escuche, aquel que tenga ojos que vea, aquel que tenga juicio que entienda. La piedad y la solidaridad se han intensificado; muchos que antes no tenían en cuenta a Dios en sus vidas, han elevado sus plegarias al Cielo. ¡Ni la furia del viento, ni la apocalíptica tempestad, pudieron derribar la imagen de María Santísima! ¡Ni el más voraz incendio la consumió!
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Nuestra Señora de la “O” La Virgen de la Expectación del Parto |
¿Qué es el amor sino exageración? Nuestro Señor quiere establecer en nosotros un amor apasionado por Él. Toda virtud, todo pensamiento que no termina en una pasión, que no acaba por convertirse en una pasión, jamás producirá algo grande... | |
Bossuet Este cuadro representa a Jacques-Bénigne Bossuet (1627-1704), el famoso obispo de Meaux (a 40 km al nordeste de París), gran orador sagrado con un dominio perfecto de su palabra sonora e impecable... | |
El sombrero En diversas épocas, el sombrero representó un símbolo de la dignidad de quien lo portaba; en nuestros días él aún sobrevive, remitiendo para una visión de la antigua cortesía. Si no llega a sorprender, ciertamente que al verlo, despierta la atención adormecida entre... | |
La fecundidad de la vida urbana medieval Si algún día, querido lector, por la gracia de Dios, fuéramos conducidos por nuestro ángel de la guarda en un largo viaje al pasado, y acabáramos desembarcando en una ciudad europea del año 1200, nos encontraríamos ante un escenario imposible de ser imaginado por los hombres de nuestro siglo en toda su belleza y variedad... | |
El Santo Rosario arma poderosísima Hay que creer que la misma Reina celestial añadió gran virtud a esta oración fundada y propagada por el ínclito Patriarca Domingo, por inspiración e impulso de la Señora... |
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