Palabras del Director Nº 142 - Octubre 2013 - Año XII  

 

 
Estimados amigos:

«Sic transit gloria mundi…»

Esto es lo que debió haber pensado San Francisco de Borja aquel año de 1529, cuando fue comisionado por el emperador Carlos V para conducir los restos mortales de la infortunada emperatriz Isabel —muerta en el apogeo del poder y de su extraordinaria belleza— hasta el Panteón Real en Granada. Después de quince días de viaje, en medio de un tórrido verano peninsular, el futuro General de la Compañía de Jesús, tuvo que reconocer ante los notarios aquel cuerpo en avanzado estado de descomposición — ver artículo en la sección Vidas de Santos.

«Sic transit gloria mundi…»

Durante más de cinco siglos, esta frase fue usada en el ritual de la ceremonia de coronación de los Papas. A medida que el Sumo Pontífice recién electo salía en silla gestatoria de la sacristía de la Basílica de San Pedro, la procesión se detenía tres veces. En cada descanso, el maestro de ceremonias se arrodillaba delante del Papa, sosteniendo una caña de plata o de bronce con un pedazo de lino ardiendo. Por tres veces consecutivas, a medida que el paño se iba quemando, decía en voz alta y lúgubre: «¡Sancte Pater, sic transit gloria mundi!» (Santo Padre, así pasa la gloria del mundo). Estas palabras, dirigidas al Vicario de Cristo, servían para recordarle la naturaleza transitoria de la vida y de las honras terrenas.

«Sic transit gloria mundi…»

Debemos meditar nosotros también, ya que es propio de necios pensar que uno no se va a morir — lo afirma Plinio Corrêa de Oliveira en un comentario colateral del artículo Explicitar: significado e importancia para la vida intelectual, que ofrecemos a nuestros lectores como Tema del Mes de la presente edición.

En Jesús y María,

El Director
Peregrinando dentro de un vitral Quien no tiene a María por Madre, no tiene a Dios por Padre
Quien no tiene a María por Madre, no tiene a Dios por Padre
Peregrinando dentro de un vitral



Tesoros de la Fe N°142 octubre 2013


San Francisco de Borja “Sic transit gloria mundi”
Nº 142 - Octubre 2013 - Año XII   Quien no tiene a María por Madre, no tiene a Dios por Padre Eutanasia para recién nacidos Nuestra Señora del Cisne Explicitar San Francisco de Borja ¿Qué significa las puertas del infierno? Peregrinando dentro de un vitral



 Artículos relacionados
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo San Bernardo extasiado a propósito de los ángeles exclama: “¡Qué maravilla!”. Y, en seguida, demuestra su entusiasmo por la acción de los ángeles: “Cristianos, ¿podéis creerlo? Los espíritus celestiales no solo son los ángeles de Dios, sino también los ángeles de los hombres...

Leer artículo

San Albino de Angers El primer biógrafo de san Albino fue san Venancio Fortunato (530-609), obispo de Poitiers, poeta y compositor de himnos latinos...

Leer artículo

La crucifixión y muerte de Jesucristo Jesús, abrumado bajo el peso de su carga, cayó penosamente en el camino. El cortejo se detuvo un momento para levantarlo, lo que dio ocasión a los verdugos para maltratarle...

Leer artículo

La victoria siempre estará con Dios Nadie en su sano juicio puede dudar de cuál es la batalla que está librando la humanidad contra Dios. Se permite ciertamente el hombre, en abuso de su libertad, violar el derecho y el poder del Creador; sin embargo, la victoria siempre está de la parte de Dios...

Leer artículo

Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos San Epifanio llama a María “la de los muchos ojos”; la que es todo ojos para ver de socorrer a los necesitados...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino