Mulato, era hijo de un descendiente de cruzados y de una esclava liberta. Entró como donado en uno de los conventos dominicos de Lima, donde llevó una vida extraordinaria por la humildad, penitencia, caridad y por el don de milagros.
	 | 
	Devociones marianas en el mundo | 
			 
				Casita de Don Bosco en su aldea natal, I Becchi, hoy Colle Don Bosco, en el Piamonte, Italia  | 
			 
			Artículo de portada
			 
			La Virgen y el Rosario, en un sueño de Don Bosco Desde los remotos tiempos del Antiguo Testamento, Dios se sirvió en muchas circunstancias de los sueños para transmitir su voluntad a ciertas personas privilegiadas...  | 
			 
												
				
				La importancia de un buen libro
				
							
				
				La fecundidad del matrimonio
				
							
				
				La Virgen y el Rosario, en un sueño de Don Bosco
				
							
				
				Nuestra Señora de Taggia
				
							
				
				Continuación del Sermón de la Montaña
				
							
				
				Santa María Micaela del Santísimo Sacramento
				
							
				
				El New Age y la infiltración gnóstica en los medios católicos
				
							
				
				La flor del guayacán
				
			
			 
			 | 
Palabras del Director V
			Estimados amigos:
El próximo 16 de agosto se conmemora el bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, patrono de la juventud, fundador de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales (Salesianos) y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
Juan Melchor Bosco nació en I Becchi, una pequeña localidad rural en el noroeste de Italia, estudió en el seminario de Chieri y fue ordenado sacerdote en Turín. En esta metrópoli daría comienzo a los Oratorios Festivos, reuniendo a los jóvenes que deambulaban por la gran ciudad para inculcarles el amor de Dios y librarlos de las perversiones de la época. Su obra se extendería al mundo entero, formando a decenas de generaciones e innovando un método pedagógico conocido como el sistema preventivo.
Dotado de grandes dones sobrenaturales, como el discernimiento de los espíritus, de profecía y de milagros, fue querido, respetado y temido hasta por los más encarnizados adversarios de la Iglesia de su tiempo.
Para lograr sus metas, que más de uno calificaba de delirios, se valió tanto de su asombroso ingenio como de su desbordante santidad. Por sus manos pasaron inmensas cantidades de dinero, que jamás utilizó en provecho suyo o de sus familiares. Poco antes de morir, encargó a su secretario, enfermero y cronista de aquellos últimos meses, que revisara sus bolsillos, a ver si restaba algún dinero: “Quiero morir —le dijo a Carlos Viglietti— de modo que se pueda decir: Don Bosco ha muerto, sin un céntimo en el bolsillo”.
Uno de los rasgos característicos de su espiritualidad fueron los “sueños”, a respecto de los cuales versa el Tema del Mes, que ofrecemos como un homenaje a este extraordinario santo que nos precedió en el apostolado de la buena prensa con sus Lecturas Católicas.
En Jesús y María,
El Director
		
			Estimados amigos:
El próximo 16 de agosto se conmemora el bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, patrono de la juventud, fundador de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales (Salesianos) y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
Juan Melchor Bosco nació en I Becchi, una pequeña localidad rural en el noroeste de Italia, estudió en el seminario de Chieri y fue ordenado sacerdote en Turín. En esta metrópoli daría comienzo a los Oratorios Festivos, reuniendo a los jóvenes que deambulaban por la gran ciudad para inculcarles el amor de Dios y librarlos de las perversiones de la época. Su obra se extendería al mundo entero, formando a decenas de generaciones e innovando un método pedagógico conocido como el sistema preventivo.
Dotado de grandes dones sobrenaturales, como el discernimiento de los espíritus, de profecía y de milagros, fue querido, respetado y temido hasta por los más encarnizados adversarios de la Iglesia de su tiempo.
Para lograr sus metas, que más de uno calificaba de delirios, se valió tanto de su asombroso ingenio como de su desbordante santidad. Por sus manos pasaron inmensas cantidades de dinero, que jamás utilizó en provecho suyo o de sus familiares. Poco antes de morir, encargó a su secretario, enfermero y cronista de aquellos últimos meses, que revisara sus bolsillos, a ver si restaba algún dinero: “Quiero morir —le dijo a Carlos Viglietti— de modo que se pueda decir: Don Bosco ha muerto, sin un céntimo en el bolsillo”.
Uno de los rasgos característicos de su espiritualidad fueron los “sueños”, a respecto de los cuales versa el Tema del Mes, que ofrecemos como un homenaje a este extraordinario santo que nos precedió en el apostolado de la buena prensa con sus Lecturas Católicas.
En Jesús y María,
El Director
		Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino