Según Pío XII, ese monje libanés del rito maronita, modelo de contemplación, “ya gozaba en vida, sin quererlo, de la honra de ser llamado santo, pues su existencia era verdaderamente santificada por sacrificios, ayunos y abstinencias”.
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Devociones marianas en el mundo |
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Artículo de portada
Madre de la Divina Gracia En mí verás: El reflejo sin mancha de la Bondad increada y absoluta, Todo cuanto quiero dar porque soy buena, Todo cuanto deseo conceder porque soy Madre, Todo cuanto puedo dar porque soy Reina... |
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